27 abril 2007

Los números amables

Calle 41 con 7ma o carrera 51 con 127-70. En Bogotá las calles y avenidas tienen números. Esta parece una apreciación infantil para todo el que venga de un país en el que también se nombren las calles con números, pero para nosotros los venezolanos, Bogotá es la ciudad de los números en cada esquina. Una de las ventajas de tal nomenclatura es que resulta muy fácil cualquier actividad que implique reconocer la ciudad, sea buscar apartamento, encontrar la universidad, ubicar un centro comercial, llamar a la línea de taxis más cercana, etc, etc, etc. Créanme, no es broma, de donde vengo las direcciones se dan con dibujos y nombres de próceres, así que ubicar en una dirección a un extranjero -o a un coterráneo de otra ciudad- puede tardar de 5 a diez minutos, siendo ágiles. Esto es porque debes contarle las características de todo lo que verá en su recorrido hasta el sitio al que quiere ir: "Vas a ver una calle a la derecha, por ahí no te metas", "vas a ver un árbol grande y frondoso, ahí no es", "vas a ver un edificio gigante que es una clínica, ahora es que te falta llegar", y poco a poco puedes darte cuenta de lo mal que dibujas mapas, de cuán bien conoces tu ciudad, de tus habilidades descriptivas, y sobre todo, de que es muy difícil dar una dirección. El punto de referencia que puede servir a quien llega por primera vez a Bogotá, está situado al oriente: las montañas. Junto a sus faldas está la Carrera 1era., y de allí hacia el occidente están las siguientes. Hay aproximadamente 400 calles que atraviesan Bogotá de norte a sur, por lo que quizás haya recorrido en mi corta estadía unas 200. Del norte al centro hay 200 calles aproximadamente y luego comienza de nuevo la cuenta desde la Calle 1 sur en adelante. Es sencillo, muy sencillo esto de ubicarse en Bogotá. A pesar de que mi brújula interior parece haber estado dañada siempre, he formado un pequeño pero preciso mapa conceptual en mi mente de las direcciones a las que necesito ir, las del día a día, o las nuevas e intrincadas, así que me es fácil visualizar dónde están carullas, carrefours, éxitos, librerías, bibliotecas, restaurantes, sitios nocturnos, peluquerías, cines, museos, ferias artesanales, artículos de ferretería, sitios especializados en computadoras, abastos y demás lugares que hacen muy sencilla la cotidianidad capitalina.

1 comentario:

Daniel Eduardo dijo...

Hola Tania, Me gustó mucho este artículo, y te cuento que en mi Cartagena es igual que en Venezuela, por ejemplo yo vivo por los lados del club de pesca, entrando por un callejón sin salida en donde está el edif albacora, al fondo en donde está un arbol de Bambu, ahí vivo yo. Jejeje. Bueno Tania te felicito por tu blog es muy ingenioso y chevere.